La iglesia actual
se comenzó a construir en 1675.
Su planta es muy convencional: una nave con crucero de brazos cortos, cubierto
todo con bóvedas de cañón con lunetos, salvo el crucero, con cúpula. Está
construida con piedra, ladrillo y tapial.
Hacia 1729, la
construcción se retoma con mucho ímpetu gracias a varias donaciones por parte
de personas pudientes. Las obras estuvieron a cargo de Matías Machuca, en aquel
entonces Arquitecto Municipal de Valladolid.
De esta época
(hacia 1730) data la fachada principal, sin duda lo más interesante del edificio. Está
trazada por Matías Machuca y es quizás el mejor exponente del Barroco dieciochesco en Valladolid. El cuerpo central tiene
dos pisos. En el bajo, se dispone la puerta, con arco de medio punto, que
muestra una importante decoración a base de
motivos vegetales en las dovelas y las enjutas. Este primer piso se flanquea
con dos pares de columnas de fuste bulboso y formas blandas. Las basas están
esculpidas de manera que están deformadas, como si se estuvieran derritiendo,
lo que contribuye a dar dinamismo a la fachada, emparentándola con el Rococó. En el piso segundo, se
dispone, también flanqueado por dos pares de columnas bulbosas como las del
piso bajo, el escudo real de España (debido al patronato real), rodeado de una
abigarrada decoración en la que se encuentran motivos vegetales, angelitos y
trofeos de guerra, con cañones, lanzas o morteros.
Cristo yacente [Gregorio Fernández]
Madera policromada, 46 x 74 x191 cm .
Realizado parala Casa Profesa
de los jesuitas de Madrid (posteriormente San Felipe Neri), forma parte de una
serie numerosa de yacentes del autor con grandes repercusiones en la escultura
barroca castellana. El modelo inicial propuesto como primero de la serie fue el
encargado por el duque de Lerma para San Pablo de Valladolid (Urrea, 1972), obra
situada entre 1609 y 1612, anterior, por tanto, a la espléndida versión del
convento capuchino de El Pardo.
Madera policromada, 46 x 74 x
Realizado para
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